Persona que por oficio tiene a su cargo el mantenimiento y la limpieza de las áreas comunes de un edificio.
Vale señalar que, El Decreto-Ley Especial para la Dignificación de las Trabajadoras y de los Trabajadores Residenciales, sustituyó la palabra conserje por el término “trabajadores residenciales”, pues según la exposición de motivos del Decreto, la misma fue adoptada por el castellano del vocablo francés “consierge”, la que -según se expresa de manera textual-, “probablemente” provenga del latín vulgar “conservius”, formado por la preposición cum(con) servus (esclavo). De modo que, por ser una palabra que significa “con esclavo”, y que además, designa “una forma de esclavitud contemporánea”, no hay más alternativa que erradicarla del habla diaria.
Sin embargo, basta revisar el Diccionario de la Real Academia Española para ratificar que, tanto en su acepción en castellano como en el original francés, la palabra conserje no designa otra cosa que: “Persona que tiene a su cuidado la custodia, limpieza y llaves de un edificio o establecimiento público”, es decir no tiene ninguna connotación despectiva ni hace alusión a una situación como la descrita en el Decreto Ley.
Artículo 4 de la Ley Especial para la Dignificación de las Trabajadoras y de los Trabajadores Residenciales:
“Se entiende por trabajadores y trabajadoras residenciales aquellos y aquellas que tienen a su cargo la limpieza y aseo de las áreas comunes de un inmueble destinado a viviendas multifamiliares y/o oficinas.
Queda en el pasado la denominación “conserje” por ser un término peyorativo y que refiere una forma contemporánea de esclavitud.
El presente decreto con rango, valor y fuerza de ley regula lo concerniente a los trabajadores y trabajadoras residenciales, independientemente de que éstos habitan en el inmueble en el cual prestan sus servicios o fuera de él.” G.O Nº 39.677 del 19-05-2011.
Sobre el patrono del trabajador residencial, visitar:
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