En su informe del 15 de julio de 2020, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los derechos humanos, Michelle Bachelet, dejó en claro que en Venezuela la justicia es cualquier cosa menos imparcial. Así, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) controla los nombramientos de los jueces para garantizar obediencia plena, y estos terminan actuando en favor de la injusticia y en contra de los derechos humanos.