La parcialización de la justicia y en especial de la instancia responsable de interpretar la carta magna, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, no es algo novedoso. Sin embargo, su actuación durante la pandemia ha dejado en claro que su único desvelo es proteger al gobierno de Nicolás Maduro, lo cual representa un grave peligro para los ciudadanos, quienes en un panorama de opacidad y servicio al poder se encuentran cada vez más desprotegidos.