Una evaluación del desempeño de dos cuerpos policiales de alcance nacional como lo son el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) y Policía Nacional Bolivariana (PNB) durante el período 2001-2015, realizada por la ONG Acceso a la Justicia, concluyó que ambas fuerzas han fracasado en su labor de frenar la inseguridad. La cifra de 25 detenidos por cada 100 delitos a partir de 2006 lo demuestra y contrasta con el aumento vertiginoso de la criminalidad en nuestro país.
Los entes rectores conscientes del incremento de los índices delincuenciales lo ocultan a la hora de rendir cuentas o simplemente omiten los datos. De allí que de un tiempo para acá las llamadas “cifras extraoficiales” prevalezcan sobre las oficiales en los medios de comunicación social.
Ni las páginas web de ambas fuerzas policiales antes mencionadas ni la del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores Justicia y Paz (MPPRIJP) son fuentes de información confiable sobre los índices delictivos, casos resueltos, número de detenciones, ni tampoco informan sobre la cantidad de funcionarios policiales en servicio. Por ejemplo, según esas fuentes, en 2013, último año en que hay cifras, se registraron 257.273 delitos; lo que significa que la tasa de delitos por cada 100.000 habitantes presenta una tendencia descendente, pasando de 1.030 en 1999 a 864 en 2013. ¿Ello refleja de verdad una disminución del delito? No, pues dos factores pueden influir en este fenómeno: cambios en la forma de publicar las estadísticas y la ausencia de denuncias, que cada vez es mayor (según la Encuesta de Condiciones de Vida, Encovi, realizada por la UCAB, USB y UCV ha ido creciendo de manera importante, hoy en día está ya casi en un 70%).
La evaluación realizada por Acceso a la Justicia a la policía muestra también la disminución de recursos financieros y su deficiente administración, lo que aunado a la falta de funcionarios y su poca preparación, especialmente en materia de Derechos Humanos, constituyen las principales causas del deficiente desempeño de la institución policial en el país.
Tampoco hay precisión en cuanto a la cantidad de efectivos en funciones, pues sólo hay información sobre tres años en la Memoria y Cuenta del MPPRIJP, que indica que hubo 83.177 policías en 2006, 89.184 en 2011 y 85.057 en 2014. Esta última cifra que revela un descenso, se traduce en una tasa de 282 policías por cada 100.000 habitantes, lo cual es inferior al promedio regional. El promedio de América Latina es de 368 policías por cada 100.000 habitantes.
Pocos recursos
En cuanto a los recursos asignados, de la poca información disponible, el informe concluyó que no fueron suficientes. De 2005 a 2015 pasaron de una relativa bonanza (305 millones Bs. en 2008) a una caída dramática a partir de 2012; el CICPC en 2015 contaba con un tercio del presupuesto (75 millones Bs.) que llegó a tener en 2005 ( 250 millones Bs.) y la PNB vivió una caída similar, al pasar de casi 250 millones Bs. en 2009 a 100 millones Bs. en 2015 (estos números se equipararon al valor de la moneda en 2007 para hacerlos comparables en vista de la alta inflación).
Los gastos en personal alcanzaron más del 95% del presupuesto del Cicpc en 2009 y 2010, para descender a 90% en 2015, y en el de la PNB oscila entre 97% y 98%. Aun así tenemos policías mal pagados y tampoco evidentemente hay recursos suficientes para armamento, patrullas y equipo técnico necesarios para combatir el delito.
¿Y a ti venezolano, cómo te afecta?
Con unos cuerpos policiales carentes de recursos, a lo que se añade su falta de formación y la corrupción imperante, la lucha contra el delito en Venezuela se vuelve cada vez más cuesta arriba, afectando la calidad de vida de los ciudadanos que se ven seriamente perjudicados en su libre circulación, esparcimiento, el derecho a la protección de sus bienes y sobre todo, en el fundamental derecho a la vida.
Enlace al estudio: https://goo.gl/rYMVKM