El jueves 4 de julio se publicó el informe de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela. Dicho documento consta de 18 páginas, en las cuales se relata el incumplimiento del Gobierno en garantizar los derechos económicos y sociales, haciendo énfasis en la precariedad de la salud pública y en la baja calidad en la alimentación de los venezolanos.
Asimismo, se describen las violaciones a los derechos civiles y políticos cometidas por el Estado contra disidentes políticos y periodistas. El ACNUDH señala, además, el papel represivo de las fuerzas de seguridad, como las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) y el Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN), contra la oposición, vinculándolos en casos de tortura.
También se señala en el informe que los pueblos indígenas venezolanos son objeto de graves violaciones de sus derechos individuales y colectivos, mostrando especial preocupación por las amenazas y actos de violencia contra autoridades y dirigentes indígenas y la represión selectiva de los pemones que se oponen al Gobierno. Recomienda más investigación sobre los derechos de los pueblos indígenas, con especial atención a la represión y las violaciones a sus derechos colectivos a la tierra, territorios y recursos.
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