Hay fallos con los que se puede estar de acuerdo o no, pero también están los que castigan al débil jurídico y que no pueden sino ser rechazados por deshonrosos. Tal es el caso de Alexi Maza, quien perdió parte de sus prestaciones a manos del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Alexi Maza renunció a su trabajo en octubre de 2008 y pidió su jubilación, tras treinta y tres años, cinco meses y veintiocho días de servicio. Aunque solo debía esperar el cálculo correcto de sus prestaciones por parte del patrono, la realidad es que el mismo fue incompleto.
Maza demandó por diferencia de prestaciones sociales y homologación de pensión de jubilación, pero al no estar de acuerdo con la sentencia decidió apelar y en 2012 fue aprobado su reclamo. A finales del mismo año tanto la defensa del ciudadano como el patrono accionaron recursos de casación ante el TSJ, pero la última fue declarada perecida, por lo que solo se decidió el recurso del demandante.
El demandante exigió el pago de 103.634,10 bolívares (de 2008) por la incidencia de los días compensatorios en los conceptos de antigüedad, utilidades, vacaciones, bono vacacional y bono post vacacional. En primera instancia, el tribunal le dio la razón a Maza, pero le aprobó el pago de una diferencia de 43.750,92, bolívares, por lo que decidió apelar la decisión y en 2012 le fue aprobada, pero sin reconocerle el monto exigido.
Es así como Maza recurrió a finales de 2012 a la Sala de Casación Social (SCS). Al igual que en muchos casos, hubo un retraso sin justificación en la decisión, pero además se le negó la justicia, porque no le reconoció en el cálculo el tiempo que debió esperar por el fallo.
Alexi Maza exigió compensaciones hasta 2010, pero el TSJ ignoró que le tomó seis años decidir en favor del recurrente y no realizó el ajuste por inflación, perjudicando al trabajador. La SCS, en lugar de procurar una compensación que incluyera los años de juicio, desconoció el retardo procesal y recalculó el diferencial de prestaciones a pagar hasta marzo de 2011, pero dictó sentencia el 8 de noviembre de 2018.
La decisión del TSJ fue concederle a Maza lo que solicitó, pero consideró que debía recibir apenas 5.493,5 bolívares por compensaciones hasta marzo de 2011, con lo cual tras ocho años en juicio, el trabajador recibiría 0,054 bolívares soberanos. Aunque la sentencia ordena calcular intereses e incluso corrección monetaria (de acuerdo con un Banco Central que no reconocía la hiperinflación y por tanto no la reflejaba), la cifra inicial es tan insignificante que ello no cambia en nada lo injusto de la decisión. El TSJ dejó a Alexi Maza sin otra opción que conformarse, porque un fallo del máximo tribunal es definitivo y ya no hay instancia a la que recurrir. Al demandante se le dio la razón (calculada en céntimos), pero se le castigó por un retardo no atribuible a él.