La persistente erosión del Estado de derecho en Venezuela continúa generando preocupación internacional. En su más reciente actualización ante el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos para Venezuela (MIIDHV) advirtió sobre un patrón sostenido de represión y restricciones graves a las libertades civiles y políticas en el país.
Durante su intervención en Ginebra, la MIIDHV destacó que el Gobierno venezolano sigue recurriendo a detenciones arbitrarias como instrumento para silenciar a las voces críticas, incluyendo a miembros de la oposición política, activistas de derechos humanos y periodistas. Entre septiembre de 2024 y mediados de enero de 2025, organizaciones independientes reportaron al menos 126 arrestos, varios de los cuales podrían constituir desapariciones forzadas de corta duración, una práctica prohibida por el derecho internacional.
«La represión sigue siendo una herramienta sistemática del gobierno para acallar la disidencia», señaló Marta Valiñas, presidenta de la Misión. «Lo que estamos viendo es la continuidad de una política de control basada en el miedo, con impactos profundos en la vida de cientos de personas».
Una de las principales preocupaciones planteadas por la MIIDHV fue la detención de al menos 150 personas extranjeras, acusadas de participar en supuestas conspiraciones contra el Ejecutivo. Ni sus familias ni sus países de origen han logrado establecer contacto con los detenidos. Francisco Cox, integrante de la Misión, denunció que el Gobierno venezolano ha ignorado los intentos diplomáticos para obtener información y garantizar derechos consulares, lo que representa una violación flagrante de normas internacionales básicas.
«La incomunicación absoluta a la que son sometidas estas personas no solo vulnera sus derechos, sino que genera un clima de absoluta incertidumbre para sus seres queridos», subrayó Cox.
La MIIDHV también ofreció detalles sobre la violenta represión de una manifestación en el estado Aragua tras las elecciones de julio de 2024, donde siete personas perdieron la vida. Según la investigación, miembros de la Fuerza Armada abrieron fuego sin previo aviso desde el interior de una instalación militar. Cuatro generales y dos oficiales de alto rango han sido señalados por su implicación directa en el operativo.
«Exigimos al Estado venezolano que investigue con seriedad este trágico episodio, identifique a los responsables y garantice justicia y reparación para las víctimas», afirmó Patricia Tappatá, otra de las expertas de la Misión.
Finalmente, la MIIDHV urgió al Consejo de Derechos Humanos a redoblar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro para que libere de manera inmediata a todas las personas detenidas de forma arbitraria y garantice su acceso a atención médica adecuada mientras permanezcan bajo custodia.
El llamado internacional crece mientras las garantías democráticas y los derechos fundamentales continúan siendo socavados en Venezuela.
Y a ti venezolano, ¿cómo te afecta?
La reciente actualización de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos para Venezuela muestra que la situación de los derechos humanos en el país no hace más que deteriorarse. El clima de represión e impunidad ha generado un profundo temor a expresarse libremente. La posibilidad de ser detenido simplemente por participar en una protesta, criticar al Gobierno en redes sociales o incluso por estar vinculado con alguien opositor, ha llevado a muchos a autocensurarse.
Además, la falta de justicia y la opacidad en los procesos judiciales afectan directamente la vida cotidiana de cientos de familias que no pueden comunicarse con seres queridos, ni cuándo (o si) volverán a verlos. Muchas veces estas personas son el sustento económico del hogar, lo que deja a niños, ancianos y otros dependientes en una situación de vulnerabilidad extrema. En un país ya golpeado por la crisis económica y el deterioro de los servicios básicos, la persecución política agrava aún más las condiciones de vida y profundiza la sensación de desesperanza que embarga a buena parte de la población.
La Misión en su actualización presenta una serie de recomendaciones que podrían contribuir a revertir la actual situación. Exhortamos a las autoridades a corregir el rumbo y evitar más sufrimiento a los venezolanos.