Días no laborables y racionamiento eléctrico afectan el acceso a la justicia
Como consecuencia de las recientes medidas para el ahorro energético, la Administración Pública (incluyendo los entes de atención al ciudadano, tribunales, inspectorías del trabajo, ministerios, registros, notarías) no trabaja 3 de cada 5 días hábiles de la semana. Incluso, hay ciudades en el interior del país dónde donde se ha reducido en un 80% el horario laboral, atendiéndose al público solo un día de la semana y únicamente medio día; lo que está trayendo como consecuencia el colapso y aún un mayor retraso en el acceso a la justicia.
En este sentido, aunque reconocemos que se dejan tribunales de guardia, sobre todo en materia penal para recibir amparos, es frecuente que haya actos jurídicos reprogramados o suspendidos hasta nuevo aviso, y más aún, debido a la reciente extensión del decreto y a la cantidad de apagones intempestivos, de hecho, existen casos de actos postergados para fechas que no son hábiles. Es decir, se genera aún más desorden e ineficiencia.
Lo dicho no es una nimiedad, pues trae como consecuencia más conflicto y desesperación en la sociedad, que a su vez deriva en tragedias como los ya frecuentes linchamientos y conflictos vecinales y entre ciudadanos que en general no son presentados ante órganos de administración de justicia por no encontrar una atención ágil y oportuna.
Lo más preocupante, por ejemplo, para el trabajador que quiere presentar reclamos o solicitudes es que ante las demoras, el valor de su demanda se vaya desvaneciendo como consecuencia de la altísima inflación, por lo cual si, por ejemplo, con el monto reclamado al inicio del proceso podía comprar una nevera, ahora apenas alcance para una plancha. Con este ejemplo, resulta fácil comprender la desesperación que generan las demoras en quienes las sufren.
¿Y a ti venezolano cómo te afecta?
Como dijera el filósofo Séneca: Nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía. El hecho de ampliar el decreto de días no laborables sumado al racionamiento eléctrico deja muy pocas horas de atención, retrasa los procesos judiciales, administrativos y exacerba al ciudadano al verse desprovisto cada vez más de acceso a la justicia.